* En noche tardía...fraseando

*y como dama insaciable se quedó releyendo cada una de las últimas palabras dichas; aferrándose al recuerdo de cada una de ellas. Mente caprichosa que interioriza y recrea situaciones futuras, posibles o utópicas; cosas que el tiempo dirá, cosas que de nosotros dos depende. Buenas noches señor, dulces sueños mi amor. *

Anhelo..

*Nada sería más placentero que ser cuidada por vos

P.D: frase prestada y levemente modificada; espero que no haya problema alguno en que sea recordada :)

Desahogo III

Espacio, espacio, espacio...

Opresión, vértigo y enfado. Aversión por los demás, el cazador, el usurpador de tu intimidad. La no intimidad, la sí sumisión, el tragar tu enfado, el reprimir tu ego, tu ello y tu super-yo. Todo a la mierda; no vales nada, porque no hay tu si no nos. Y ahí estás, intentando retener aquello desagradable que aflora en ti cuando tocan lo tuyo.

Intimidad, espacio y pensamiento. La triada imprescindible para mi persona. Mi pilar, mi sustento; ahora arrebatados, de nuevo. El bajón es lo primero siempre precedido por el enfado. Ganas de destrozar, arañar, golpear, gritar, llorar de rabia.. me lo están quitando y yo no puedo hacer nada salvo gruñir.

Gruñir, gruñir, gruñir...

Defensa cobarde aunque efectiva para demostrarle a los demás que les eres hostil. Pero yo quiero ir más allá, quiero contacto físico, quiero hacerles saber lo que me están quitando dando dolor, un dolor físico, el más inmediato, cercano y fácil. Gruñe, fulmina y pisotea; es eficaz aunque poco recomendable. ¿Pero qué más da si te han hecho daño? Que prueben, que saboreen las consecuencias ¿Tocas? Muerdo. Así de simple, sin más. No intentes negociar, mostrar inocencia o ignorancia. Si no sabes intuye; si sabes cállate, no cerciores. Deja tiempo a la bestia para que amanse, olvide, pues es lo único a lo que se puede amparar. Solución in extremis cuando no se puede cobijar en cualquier otro lugar.

Bajón, enfado, bajón...

De nuevo él, no te echo de menos pero vuelves ¿No te han bastado las lágrimas que te ofrecí? ¿No te bastaron las horas decaídas que pasé junto a ti? No, regresas, siempre ávida de malos pensamientos y penurias. Vuelves... siempre.

Y yo te amparo, siempre lo hago, como una masoca romántica. Contra más sufro más me gusta, más escribo, más me motivo. La vena artística y sentimental fluye, queda a flor de piel y yo la acaricio, beso y excito.. para que vaya a más, para que me ayude a llegar hasta el final. Dramáticamente me hundo e intensamente gimo, gustosa y desecha; triste pero feliz...

Qué complicada es la mente humana! Qué complicadas somos las mujeres...! Pero qué más complicada soy yo..!!! La que ríe y hace reír, la que sonríe y contagia su buen sentir... disfruta sufriendo, le gusta su pesar, se relaja con melancolía y sueña con la tristeza. Dramática...! Romántica...!! Qué bellas palabras y qué bello sentir. La exageración es la que me gusta y para nada tengo que ver con la premura... Lento, tortuoso, mente desquiciada, estrujada por cada cosa negativa que en ella se formula. Así soy yo: antítesis, contradicción... y no me desagrada, realmente no. Pero la mente, aliada y enemiga a partes iguales, me descoloca y el sentir, su aliado o rufián;según le venga al azar actúa con el mismo cantar.

Y otra vez ese temor a rebasar mi intimidad, lo noto; esa vibración desagradable que llega hondo haciéndote estremecer. Una cosa breve pero desmesuradamente desapacible.

Parece ser que sí, el gruñir es efectivo, pero sé que sus efectos no me ampararán siempre. No quiero bajar, no les quiero ver ni hablar, quiero estar sola. De nuevo el bajón, son olas, van y vienen pero siempre con más fuerza, gradual; descolocándote. Y no quiero que siga, porque la soledad se despide, lenta pero firme. Y me quedaré destemplada, que no fría... ese punto neutro que no presagia nada bueno, pues es la nada, el no sentir, el no pensar, el blanco.

No sé como acabar esto, me molesta este blanco, el papel sin tintar, el vacío que en él esconde. Quiero sentir, sufriendo o riendo pero sentir. Así que no me detendré en el propósito, seguiré andando para llenar ese blanco inmaculado, distante y acojonante; esa no-nada que me abruma, esa muerte desmesurada.

No quiero blanco, lo rechazo; quiero negro que es menos traicionero; sabes qué te tendrá preparada, no engaña, va de frente. Es el color marginado, el que nadie quiere porque le temen; el incomprendido. Y como antítesis yo le entiendo y como sufridor le acompaño, pues es aquel que en su discreción busca la soledad, que, aún siendo el cúmulo de todos los demás es el menos querido. Y por ello se nutre de la nostalgia, melancolía y pesar. Es mi yo y yo soy él.

Así que tiñe, tiñe esta página de color sobrevalorado y ruin, el que todos creen que es el de la pureza y la bondad sin saber lo que verdaderamente alberga en sus entrañas. Y es que la ignorancia es eso, la nada ¿y qué es la nada? Nuestro querido y gran valorado blanco; enemigo de los creativos y artistas: gente como yo. Se acabó la página y yo sonrío en paz y relajada. Todo pesar ha acabado, todo al fin ya es negro :)